El tema tabú en lo que fue la relación de la autonombrada ‘amante de la Nutella’ Mayeli Alonso y su exesposo el cantante Lupillo Rivera por fin salió a la luz, por lo que la empresaria confesó que sí realizaron un trío sexual.

Pero luego aclaró que esto no fue el motivo de su divorcio, sino porque le calentaron la cabeza al Toro del corrido con otros chismes.

La integrante de ‘Rica Famosa Latina’ hizo una de sus clásicas transmisiones en vivo en sus redes sociales, y aunque muchos esperaban hablar de lo que se ha visto en el reality, en esta ocasión sorprendió a más de uno de sus seguidores.

Y es que confesó los motivos que la orillaron a terminar con su matrimonio con el hermano de Jenni Rivera.

Ella recordó ese duro momento y con la voz entrecortada afirmó que cuando se fue del hogar que construyó con el cantante de banda, partió muy enamorada y herida.

Sin entrar en muchos detalles, la empresaria aclaró, su divorcio no fue por consecuencias del famoso trío sexual, y aceptó que eso lo realizaron cuándo su matrimonio estaba en el mejor momento.

Según ella, ella y Lupillo exploraron su sexualidad y ambos estaban muy enamorados y satisfechos en todos los aspectos de su vida.

A decir de Mayeli, los verdaderos problemas surgieron en el momento que una ‘supuesta amiga’ empezó de llenarle la cabeza de Lupillo con chismes, pues ésta le dijo que la empresaria había recibido flores por parte del cirujano que la había operado.

La semilla de la desconfianza la plantó en el ‘Toro del corrido’, por lo que el vocalista empezó a tener actitudes tóxicas, como investigar quién le daba like Mayeli en sus redes sociales, incluso llegó a revisarle su celular.

“Me acuerdo que me pidió mi celular, me dijo: ‘dame tu celular, quiero ver tu celular’, y yo ¿qué quieres?, y le di mi celular, así se lo di y se lo abrí, no encontró nada, nada”, recordó Mayeli.

Con el matrimonio desmoronándose, empleados de lo que entonces aún era su hogar, le alertaron a Mayeli.

Y es que Lupillo hablaba mucho con una mujer quien le aseguraba, tenía “supuestas pruebas” la infidelidad de su entonces esposa.

Lupillo ya con la desconfianza a flor de piel se acercó a la asistente de su pareja para cuestionarle el supuesto engaño, pero la persona la defendió ante las aseveraciones y afirmó, ella no podría traicionarlo pues ella lo amaba y le tenía una gran lealtad.

“Recuerdo que llegué y le dije: ‘cómo es posible que pongas en duda la lealtad de una mujer que ha estado contigo en las buenas y en las malas, nunca en mi vida te voy a perdonar lo que me hiciste y esta es la última vez que me vas a poder ver a los ojos’ y agarré mis cosas y se los juro por Diosito santo, nunca regresé”, confesó.

Y aunque fue una de las más duras decisiones que tomó, recordó, a pesar de irse del hogar enamorada y herida, tenía que defender su dignidad, porque ese era también un ejemplo que daría a sus hijas.

“Mi dignidad y el ejemplo que yo le tenía que dar a mi hija era más fuerte que el amor que yo tenía, porque yo me fui de ese lugar enamorada y muy herida”, enfatizó.