Alejandra Espinoza, quien saltó a la fama tras ganar Nuestra Belleza Latina en 2007, ha experimentado una notable transformación física a lo largo de los años.

Durante sus primeros años en la industria, se la veía con un físico más robusto y varios rasgos faciales distintos en comparación con su apariencia actual.

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Estas diferencias han llamado la atención de sus seguidores, quienes han comentado sobre el cambio en sus pómulos, nariz y sonrisa, algunos destacando que parecía otra persona.

Uno de los cambios más significativos en su imagen ocurrió tras someterse a una cirugía de reducción de senos poco después de su victoria en Nuestra Belleza Latina.

Alejandra confesó que nunca se sintió cómoda con el tamaño de su busto y que incluso le dificultaba encontrar ropa adecuada.

Esta operación le dio la confianza que buscaba, También se hizo arreglos en su dentadura, lo que alargó su rostro, otro aspecto que contribuyó a su transformación.

Otra intervención importante fue una rinoplastia, realizada mucho antes de que Espinoza saltara a la fama, cuando aún vivía en Tijuana.

A los 18 años, trabajó para reunir el dinero necesario para corregir un hueso prominente en su nariz, con la esperanza de mejorar su apariencia para los concursos de belleza.

Con el paso del tiempo, Alejandra también adoptó un enfoque más consciente sobre su salud y estado físico.

Antes, su dieta era descuidada, a menudo comía grandes cantidades de alimentos poco saludables sin preocuparse por las consecuencias, creyendo que el ejercicio compensaba esos excesos.

Sin embargo, a medida que su carrera evolucionaba, adoptó hábitos alimenticios más saludables, lo que resultó en una figura más delgada y tonificada.

A pesar de las críticas que ha recibido por su delgadez, Espinoza ha defendido su cambio, explicando que su físico es el resultado de una vida activa y una dieta equilibrada.

Ella ha aclarado que su apariencia actual no se debe a ninguna enfermedad, sino a un enfoque en su bienestar físico, incluyendo su preparación para un maratón, lo que ha dificultado que aumente de peso de manera saludable.

Además de su físico, otro cambio notable en Alejandra son sus cejas, que en sus primeros años de carrera seguían la tendencia de estar muy finas.

En una publicación reciente en redes sociales, la conductora bromeó sobre esta moda y cómo agradece que ahora las lleva más gruesas, un cambio que, según muchos de sus seguidores, mejora su apariencia.