Cash Luna: La controversia detrás del magnate de la fe

Carlos Enrique Luna, conocido como Cash Luna, es una de las figuras más destacadas y polémicas del cristianismo evangélico en América Latina. A lo largo de su carrera, ha sido reconocido por la expansión de su iglesia, Casa de Dios, una de las más grandes de la región. Sin embargo, su éxito ha sido empañado por una serie de acusaciones que lo vinculan con actividades ilícitas, incluyendo el lavado de dinero, el narcotráfico y la corrupción política. A los 62 años, Luna sigue siendo una figura central, no solo en la religión, sino también en el debate público sobre la relación entre fe, dinero y poder.

El ascenso de Casa de Dios

Cash Luna nació el 4 de marzo de 1962 en Guatemala, y desde su juventud se hizo conocido por su apodo, “Cash”, que en inglés significa dinero. Esta elección se dio debido a su dificultad para pronunciar su nombre, pero irónicamente, también reflejaría su estilo de vida años más tarde. A los 30 años, se graduó en Administración de Sistemas de Información en la Universidad Francisco Marroquín y ya era un hombre de familia, casado con Sonia Luna y con dos hijos en camino.

En 1994, fundó la iglesia Casa de Dios, que comenzó como un pequeño proyecto en un salón de hotel en Ciudad de Guatemala. Con el paso de los años, la iglesia creció exponencialmente, llegando a construir un gigantesco templo en 2013, considerado uno de los más grandes del mundo. El edificio de 270,000 metros cuadrados alberga 12,000 asientos, un sistema de irrigación masivo y cuenta con tecnología avanzada, lo que transforma la iglesia en un pequeño complejo autosuficiente con empresas como una librería y cajeros automáticos para donaciones.

El imperio de la fe

Casa de Dios ha sido un centro de culto para miles de fieles, pero también un símbolo de opulencia que ha despertado críticas. Luna ha defendido constantemente que la construcción de su iglesia fue posible gracias a las donaciones voluntarias de sus congregantes, aunque muchos cuestionan la fuente de estos fondos, especialmente dado el alto costo de la infraestructura. El estilo de vida de Luna, con un jet privado y lujosas propiedades, ha sido otra fuente de controversia. Aunque afirma que el jet no es de su propiedad personal, sino un activo de la iglesia, la compra de la aeronave a través de una empresa registrada en un estado con fuertes leyes de anonimato ha alimentado las sospechas sobre la transparencia financiera de su organización.

Investigaciones y escándalos

En 2018, una investigación de Univisión sugirió que Casa de Dios pudo haber sido financiada con dinero del narcotráfico, específicamente a través de Marlina Diana Chacón, una narcotraficante guatemalteca conocida como “La Reina del Sur”. Un informante de la DEA afirmó que Luna mantenía una relación cercana con Chacón, quien supuestamente le enviaba grandes sumas de dinero. Aunque Luna demandó a Univisión por difamación, las investigaciones no llevaron a cargos legales en su contra, aunque el escándalo dejó una marca en su reputación.

A pesar de los esfuerzos legales para bloquear las investigaciones en Guatemala, las relaciones de Luna con figuras políticas como el expresidente Otto Pérez Molina, condenado por corrupción, también han sido objeto de escrutinio. En 2013, una donación de fondos ilícitos para una bandera gigante en la inauguración del nuevo templo de Casa de Dios generó más controversias, especialmente cuando se descubrió que estos fondos provinieron de actividades corruptas. A pesar de estos escándalos, Luna sigue siendo una figura influyente en la política guatemalteca, donde su iglesia participa activamente en las elecciones y ofrece su sede para eventos oficiales.

La teología de la prosperidad y las críticas

Además de su vida materialista, la doctrina que promueve Luna también ha sido foco de críticas. Su adhesión a la “teología de la prosperidad” enseña que la riqueza y la salud son signos del favor divino, lo que ha sido interpretado por muchos como un enfoque oportunista de la religión. Luna ha generado controversias al afirmar que la pobreza es una maldición, una enseñanza que ha sido vista como insensible, especialmente en un país con altos índices de pobreza como Guatemala.

Luna también es conocido por sus comentarios polémicos. En varias ocasiones ha hecho bromas irreverentes sobre pasajes bíblicos y figuras religiosas, lo que ha ofendido a algunos de sus seguidores y a la comunidad cristiana en general. Su estilo de predicación carismático y lleno de humor le ha ganado miles de seguidores, pero también ha atraído severos detractores que lo acusan de ser un falso pastor y un apóstata.

La familia Luna y su influencia global

A pesar de la controversia, la familia Luna sigue siendo un pilar central en la iglesia. Cash Luna y su esposa Sonia han formado una familia activa en el servicio religioso, con sus tres hijos involucrados en diversos ministerios. Casa de Dios ha expandido su influencia a través de plataformas digitales, con canales de YouTube que cuentan con millones de vistas, y ha organizado conferencias internacionales que atraen a miles de personas.

Aunque sus enseñanzas y métodos siguen siendo divisivos, la estrategia de precios diferenciados en sus eventos, con entradas que pueden alcanzar hasta 330 dólares, demuestra que Luna ha sabido capitalizar su éxito. La creciente popularidad de la iglesia y su modelo de negocio, sin embargo, no han logrado acallar las críticas que señalan las inconsistencias entre el mensaje cristiano y la ostentosa vida que lleva.

En resumen, Cash Luna es un personaje cuya vida y obra siguen siendo motivo de debate. Su iglesia, Casa de Dios, ha crecido en tamaño y poder, pero no sin generar una profunda controversia que va más allá de las cuestiones religiosas, tocando temas de corrupción, dinero y poder político. Mientras algunos lo consideran un líder espiritual, otros lo ven como un símbolo de la ambigüedad moral en la intersección de la fe y el capitalismo.