Carlos Reinoso es una de las figuras más legendarias y controvertidas en la historia del fútbol mexicano. Recordado por su talento y liderazgo tanto como jugador como entrenador, su legado trasciende por momentos memorables en el Club América y por su lucha personal en contra de la adicción a las drogas, un aspecto de su vida que, aunque doloroso, mostró su fortaleza y valentía.

Reinoso llegó al Club América en los años 70, en un momento en que el equipo aún no era el gigante que se convertiría. Durante sus primeros meses en el club, el chileno se sintió desilusionado, cuestionando su decisión de unirse a un equipo que no lograba victorias. Sin embargo, la llegada de Antonio Roca como entrenador cambió la perspectiva de Reinoso y del equipo. Con Roca, el América adoptó un estilo de juego más ofensivo y dinámico, que permitió a Reinoso brillar y consolidarse como una de las figuras más importantes del fútbol mexicano de la época.

Durante su paso por el América, Reinoso alcanzó grandes éxitos, incluyendo títulos de liga y un impresionante récord de 17 partidos invictos. Su habilidad para crear oportunidades de gol y su visión de juego lo convirtieron en un ícono no solo para el club, sino para todo el fútbol mexicano. Sin embargo, su vida fuera del campo estuvo marcada por la oscuridad, ya que en su etapa como entrenador, la adicción a las drogas entró en su vida.

América: Carlos Reinoso se encuentra con Álvaro Fidalgo y le dedica unas  palabras

En su rol como técnico de Tigres, Reinoso cayó en la adicción a la cocaína, llegando a consumir hasta 20 dosis al día. Lo que parecía ser el final de su carrera fue, en realidad, el principio de una batalla interna. En una emotiva entrevista, Reinoso confesó que su mayor triunfo no había sido un título o trofeo, sino haberse librado de las drogas. Su proceso de recuperación comenzó en un servicio religioso, cuando en un momento de reflexión, decidió deshacerse de las sustancias que había estado llevando en sus bolsillos y empezar su sanación.

Sin embargo, la lucha no fue fácil. Después de una recaída durante su tiempo dirigiendo al Club Toros Nesa, Reinoso recibió una ayuda crucial por parte de Juan Antonio Hernández, quien le sugirió buscar tratamiento en una clínica de rehabilitación. Aceptó la oferta y, tras un mes de tratamiento, decidió que nunca más volvería a consumir drogas. Este momento marcaría el comienzo de una nueva etapa en su vida, marcada por su recuperación y un renovado enfoque en el fútbol.

Lupita D'Alessio confirmó que Carlos Reinoso aventó a Verónica Castro

A pesar de sus dificultades personales, Reinoso siguió siendo una figura respetada en el fútbol mexicano. Después de su recuperación, continuó su carrera como entrenador, dirigiendo a equipos como Veracruz, León y San Luis, y alcanzando éxitos notables. En Veracruz, logró llevar al equipo a varias liguillas y ganó la Copa MX, consolidándose como un entrenador respetado y querido en el fútbol nacional.

En sus últimos años como entrenador, la relación de Reinoso con los medios de comunicación se volvió tensa, especialmente durante su segunda etapa en el Club América. En 2011, tras una polémica discusión con su equipo y un enfrentamiento público con el periodista José Ramón Fernández, la figura de Reinoso comenzó a verse empañada por su carácter explosivo y sus enfrentamientos con la prensa. Aunque su estilo y temperamento siempre fueron parte de su personalidad, estos incidentes marcaron el fin de su carrera en el club.

Carlos Reinoso: "Mi mayor triunfo fue salir de las drogas"

A pesar de los desafíos, Reinoso dejó una huella indeleble en el fútbol mexicano. Hoy en día, sigue siendo una figura influyente, compartiendo su conocimiento y experiencia como comentarista en TUDN. Su legado no solo está marcado por sus logros en el campo, sino también por su valentía al enfrentar sus demonios personales. Su historia es un testimonio de superación y perseverancia, y su impacto en el fútbol mexicano es incuestionable.

Además de sus logros en el deporte, la vida personal de Reinoso también fue un torbellino de controversias. Su relación con la cantante Lupita D’Alessio en los años 80 fue una de las más comentadas y escandalosas de la época. A pesar de las críticas y los juicios sociales, la relación entre ambos dejó una huella en la sociedad mexicana. El escándalo no solo afectó su vida personal, sino que también fue un factor en la compleja relación de Reinoso con el Club América, donde, tras ser despedido por Emilio Azcárraga, se marcó el inicio de su salida del club.

En conclusión, Carlos Reinoso es mucho más que un nombre en la historia del fútbol mexicano. Su legado, tanto como jugador como entrenador, es un reflejo de pasión, talento y lucha. A pesar de los escándalos y las dificultades personales, su impacto en el deporte sigue siendo relevante, y su historia sigue siendo recordada como una de las más complejas y fascinantes en la historia del fútbol en México.