Agustín Lara: Un viaje a través de su vida, música y controversias

Agustín Lara, conocido como “El Flaco de Oro”, es uno de los más grandes iconos de la música mexicana. Su legado como compositor y cantante sigue vivo a través de sus canciones, que aún hoy enamoran a las audiencias de todo el mundo. Desde su nacimiento en el siglo XIX hasta su trágica muerte a finales del XX, la vida de Lara estuvo llena de éxitos, aventuras y decisiones cuestionables que dejaron una marca indeleble tanto en su país como en el mundo.

Un comienzo incierto

Aunque la mayoría de las biografías afirman que Agustín Lara nació en Tlacotalpa, Veracruz, en 1900, existen varias versiones sobre su fecha y lugar de nacimiento. Algunos registros, como su acta de bautismo, sugieren que nació en la Ciudad de México en 1897. Otros incluso mencionan Tlatlauquitepec, Puebla, como su lugar natal. Este misterio sobre su origen se une a otros aspectos curiosos de su vida, como el hecho de que sus padres le dieron un nombre extremadamente largo: Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino.

La música como refugio

La infancia de Lara estuvo marcada por la tragedia. Tras el abandono de su padre y la muerte de su madre, fue enviado junto a sus hermanos a un hospicio dirigido por su tía. Fue allí donde Agustín encontró su primer contacto con la música. A los 7 años ya mostraba talento para el piano, aunque se negaba a estudiar teoría musical, prefiriendo aprender a su propio ritmo. Durante su adolescencia, debido a las dificultades económicas, tuvo que comenzar a trabajar en locales nocturnos, lo que le permitió ganar experiencia como pianista y componer sus primeras canciones.

El nacimiento de una leyenda

En 1926, Lara registró su primera composición, “La prisionera”, lo que marcó el inicio de una exitosa carrera. Se ganó rápidamente la atención del público con su programa “La hora íntima de Agustín Lara” en la radio. Además, su trabajo como compositor de música para películas, como en la histórica “Santa” de 1931, lo consolidó como un nombre destacado en la música mexicana. Durante sus primeras giras internacionales, visitó países como Cuba, Argentina y España, donde alcanzó gran popularidad.

Un hombre controversial

La vida personal de Agustín Lara estuvo marcada por una serie de relaciones complicadas y matrimonios tumultuosos. El más famoso de sus matrimonios fue con la legendaria actriz María Félix, con quien se casó en 1945. Durante su luna de miel, compuso la emblemática canción “María bonita”, dedicada a ella. Sin embargo, el matrimonio no duró mucho, ya que la relación se vio afectada por los celos de Lara y los constantes pretendientes de la actriz. En total, Lara tuvo al menos seis esposas y varios romances, lo que alimentó las controversias en torno a su vida personal.

Uno de los episodios más extraños fue su relación con Rocío Durán, quien fue adoptada por Lara y María Félix. A pesar de que nunca se formalizó la adopción legalmente, la joven fue cuidada por la pareja durante varios años. El hecho de que Rocío no fuera huérfana, sino la hija de una amiga cercana de Lara, añadió complejidad a la situación.

La muerte y el legado de un genio

La muerte de Agustín Lara en 1970 fue tan misteriosa como su vida. Si bien se sabe que fue una figura de gran influencia, su legado se vio empañado por sus decisiones personales y las complejas relaciones familiares. Tras su fallecimiento, muchas de sus ex esposas descubrieron que los matrimonios que habían tenido con él no eran válidos, ya que no cumplían con los requisitos legales, lo que reveló una faceta aún más oscura de su vida.

A pesar de los aspectos controversiales de su existencia, el legado musical de Agustín Lara permanece intacto. Sus canciones, como “Granada”, “Noche de ronda” y “Solamente una vez”, siguen siendo himnos no solo de la música mexicana, sino también de la cultura hispana en general. Lara dejó una huella profunda en el mundo de la música, logrando trascender con su poesía musical y su habilidad para capturar la esencia de diferentes culturas a través de sus composiciones.

Hoy, Agustín Lara sigue siendo una figura central en la historia de la música latinoamericana, un hombre cuyo talento y legado son celebrados, aunque su vida personal haya estado llena de sombras y controversias.