Estela Núñez: Un Viaje Musical de Resiliencia, Éxito y Despedida

Estela Núñez es una de las voces más representativas de la música latina. En la década de 1970, su carrera despegó a la par de su talento indiscutible, convirtiéndola en una de las artistas más queridas y recordadas por los fans de la balada y la música ranchera. Con canciones emblemáticas como Una lágrima y No me arrepiento de nada, su presencia en la industria musical se consolidó rápidamente. Sin embargo, a pesar de su éxito meteórico, su carrera fue seguida de una desaparición tan repentina como su ascenso, dejando a muchos preguntándose sobre el destino de la mujer detrás de la música. Hoy, casi a los 80 años, Estela Núñez sigue siendo un referente de la música mexicana, pero su vida ha estado marcada por retos personales y profesionales que le han dado una dimensión humana a su legado.

Un Comienzo Reacio y el Destino que la Llamó

Estela Núñez nació el 29 de marzo de 1948 en Guadalajara, Jalisco, bajo el nombre de Blanca Estela Núñez Rodríguez. Desde pequeña, su talento artístico fue evidente, aunque no era una carrera que ella misma hubiera elegido. Su padre, Ramón Núñez, reconoció sus aptitudes y decidió impulsar su futuro en la música, mientras que su madre, Esperanza Rodríguez, se mostró más reacia. La joven Estela, por su parte, no tenía interés en convertirse en cantante o actriz, pero el destino tenía otros planes. A la edad de 10 años, participó en un concurso de talentos y ganó, bajo el nombre de Estela Rodríguez, lo que marcó el inicio de una carrera que la llevaría al estrellato. A mediados de la década de 1960, adoptó el nombre artístico de Little Star Núñez y poco después se transformó en Estelita Núñez, antes de finalmente consolidarse como Estela Núñez, el nombre que la definiría para siempre en la industria.

Ascenso y Reconocimiento: El Sonido que Conquistó al Mundo

El verdadero punto de inflexión en la carrera de Estela llegó de manera inesperada a través de la película Sonic y el Protagonista, en la que, aunque se creyó que Hilda Aguirre era la cantante de la famosa canción Caminando de tu mano, la voz detrás de esa melodía era, en realidad, la de Estela. Este tipo de prácticas, comunes en la época dorada del cine mexicano, donde las actrices hacían playback sobre canciones de cantantes profesionales, ayudaron a consolidar su lugar en el panorama musical.

Durante los años siguientes, Estela Núñez no solo brilló en la televisión, donde participó en programas populares como Todos a Bailar, sino que también se aventuró en la cinematografía, prestando su voz para bandas sonoras de películas y colaborando con grandes de la música mexicana como Juan Gabriel, a quien le dio vida a temas como Hoy me desperté pensando en ti. La colaboración con Juan Gabriel marcaría un hito en su carrera, aunque más tarde su relación se enfrió por razones aún no claras. Su legado en la música mexicana fue de gran influencia, especialmente cuando la balada comenzó a tomar fuerza en un escenario musical dominado por el rock y la música en inglés.

Amor, Familia y Desafíos Personales

Contratación de Estela Nuñez - Gente PV

El éxito de Estela no estuvo exento de momentos de dolor y sacrificio. Durante su ascendente carrera, encontró en el matrimonio una vía hacia la independencia que tanto anhelaba. Conoció a su esposo, Ignacio Aguilera, en un viaje a Chihuahua, y después de un noviazgo secreto, se casaron. Juntos tuvieron cuatro hijos, pero la maternidad la llevó a tomar una difícil decisión: alejarse de su carrera para cuidar de su hijo menor, quien enfrentaba problemas para caminar. Esta pausa fue seguida de una serie de desafíos personales, entre ellos un divorcio que la dejó como madre soltera. Sin embargo, Estela mostró una notable resiliencia, regresando a la música en 1979 con algunos de sus trabajos más importantes.

La década de 1980 fue especialmente difícil para Estela. Experimentó la pérdida de su padre y un diagnóstico de neuritis óptica, que le causó ceguera temporal durante varios meses. Además, un error médico y las consecuencias de la medicación errónea afectaron su autoestima al ganar peso de manera inesperada. A pesar de estas pruebas, Estela nunca permitió que su apariencia o sus dificultades de salud la definieran. Su regreso en 1992 con Corazón Herido, un álbum con la colaboración de Mariachi Vargas de Tecalitlán, fue un testimonio de su fortaleza y dedicación a la música.

Reconocimientos y el Legado de una Baladista

Esta Noche - song and lyrics by Estela Nuñez | Spotify

En 2006, Estela Núñez recibió un merecido reconocimiento por su contribución a la música latina. Fue homenajeada con una placa en el Paseo de las Luminarias y galardonada con el Arlequín de Bronce en la Feria de León. A lo largo de su carrera, su nombre fue sinónimo de éxitos atemporales, como Ódiame, Maldito sea tu amor y Nunca más podré olvidarte. Con el paso de los años, su nombre se convirtió en un referente de la balada y la música ranchera.

El Último Acto: Un Adiós Emotivo

Estela Núñez, después de más de 50 años de carrera, se preparó para su retiro oficial en 2018, con una emotiva despedida en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México. Durante ese concierto, Estela reflexionó sobre su carrera y su legado, afirmando que se retiraba en el mejor momento de su vida, tanto física como emocionalmente. Su última gira representó un cierre para una carrera llena de éxitos, pero también un homenaje a sus fans y a su familia, quienes siempre la apoyaron.

Estela concluyó su gira con un álbum de despedida que reinterpretaba sus éxitos con nuevos arreglos sinfónicos, dejándole al mundo un legado musical inolvidable. Hoy, a punto de cerrar un capítulo importante de su vida, Estela Núñez mira hacia atrás con gratitud y amor por su carrera, con la certeza de haber dejado una huella profunda en la música latina. La cantante, que una vez soñó con un futuro distinto, ahora disfruta de la paz y la alegría de estar cerca de los suyos, lejos de las presiones del entretenimiento. Un viaje que comenzó en Guadalajara, marcado por desafíos, triunfos y, sobre todo, una pasión por la música que perdurará por generaciones.