Roberto Carlos: Una leyenda de resiliencia y amor

Roberto Carlos (singer) - Wikipedia

Roberto Carlos, nacido el 19 de abril de 1941 en Cachoeiro de Itapemirim, Brasil, es una de las figuras más emblemáticas de la música mundial. Su voz suave, su estilo romántico y su increíble capacidad para conectar con el público han tocado los corazones de millones. Pero detrás del icónico “Rey de la música latina” se encuentra una historia llena de luchas, pérdidas y momentos de profunda emoción, que pocos conocen en su totalidad.

Desde su niñez, Roberto enfrentó desafíos que marcarían su vida para siempre. A los seis años, mientras celebraba una fiesta en honor a San Pedro, un trágico accidente cambió su destino. Fue atropellado por una locomotora, lo que le costó la pierna derecha y lo dejó con una prótesis para el resto de su vida. A pesar de este doloroso revés, la tragedia encendió en él una pasión por la vida que nunca se extinguiría. Fue a los nueve años cuando descubrió la música y, a partir de ahí, comenzó a forjar su camino hacia la fama, decidido a ser cantante en lugar de médico, como su madre deseaba.

Su carrera no comenzó de inmediato. A pesar de sus primeros fracasos y la falta de éxito en sus primeros discos, Roberto persistió. A los 18 años, en su primer concierto en un club, no obtuvo la respuesta que esperaba. Sin embargo, cada tropiezo solo fortaleció su determinación. En 1965, finalmente alcanzó su primer gran éxito con la canción “Mi cacharrito”, que lo catapultó a la fama en Brasil. Fue en ese momento cuando el público comenzó a enamorarse de su estilo único, y su carrera despegó.

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Pero la vida personal de Roberto Carlos estuvo marcada por momentos difíciles. En 1966, se convirtió en padre por primera vez con María Lucila Torres, aunque no reconoció públicamente a su hijo Rafael hasta más tarde, tras una larga batalla legal. Trágicamente, poco después de resolver la disputa, María Lucila falleció, dejándole una profunda huella emocional. A pesar de este dolor, su carrera continuó, y en 1968 alcanzó la fama internacional al participar en el prestigioso Festival de San Remo. Ese mismo año, se casó con Cleonice Rossi, con quien tuvo dos hijos, Luciana y Roberto Junior.

A lo largo de la década de los 70, Roberto Carlos consolidó su posición como uno de los artistas más importantes de Brasil y Latinoamérica. Canciones como “El gato que está triste y azul” se convirtieron en himnos de amor, cruzando fronteras lingüísticas y emocionales. Sin embargo, su vida no estuvo exenta de dificultades. En el plano personal, su hijo Roberto Junior sufrió un grave accidente ocular, lo que añadió más dolor a la ya compleja vida de Roberto.

A pesar de las tragedias, su música continuó siendo su refugio. En 1975, lanzó “Amigo” una de sus canciones más queridas, que reflejaba su deseo de estar cerca de su público. A lo largo de los años, la música se convirtió en una forma para él de procesar sus emociones y compartir sus luchas personales con el mundo.

En los años 80, Roberto vivió algunos de los momentos más dolorosos de su vida. Después de 12 años de matrimonio, su relación con Cleonice terminó en divorcio, y poco después ella falleció de cáncer. Esta pérdida fue devastadora, pero Roberto encontró en la música la fuerza para seguir adelante. La década también trajo el dolor del fallecimiento de su padre, lo que lo llevó a dedicarle un álbum de homenaje, “Mi querido mi viejo, mi amigo”, que conmovió a todos sus seguidores.

A pesar de las tragedias personales, Roberto nunca dejó de producir música. En 1988, fue reconocido con un Grammy Latino como Mejor Artista Pop Latino, lo que consolidó su estatus internacional. A lo largo de los años, continuó colaborando con artistas como Julio Iglesias y Erasmo Carlos, su amigo de toda la vida.

A lo largo de los años 90, Roberto vivió otro período de profunda tristeza con la muerte de su esposa María Rita, quien sucumbió al cáncer en 1999. Devastado, Roberto Carlos decidió regresar a los escenarios en el año 2000, llevando consigo un tributo a su amada esposa a través de su música. Ese regreso fue una muestra de su resiliencia, demostrando que, aunque el dolor nunca desaparece por completo, la música siempre le ofreció un camino hacia la sanación.

Roberto Carlos tells fans to “shut up” during the show and the internet reacts - World Stock Market

Su carrera continuó imparable, con presentaciones que llenaron estadios y celebraciones que marcaron su 50 aniversario en 2009, con un emotivo concierto en el Maracaná, ante 70.000 personas. Sin embargo, a medida que avanzaba la década, las dificultades personales siguieron apareciendo. En 2010, sufrió la pérdida de su madre, quien había sido una figura fundamental en su vida, y poco después, publicó un álbum en su honor titulado “That Guy is Me”.

A lo largo de los años, Roberto Carlos ha demostrado que su verdadera fuerza no está solo en su talento musical, sino en su capacidad para sobreponerse a las adversidades y transformar el dolor en arte. En 2015, fue reconocido como Persona del Año en los Latin Grammy, un testimonio de su impacto perdurable en la música mundial.

Hoy, con más de 60 años de carrera, Roberto Carlos sigue siendo una leyenda viviente. Su música sigue tocando los corazones de miles de personas, y su historia de resiliencia y amor es una inspiración para todos. A través de su música, nos ha mostrado que, a pesar de los desafíos de la vida, siempre hay un camino hacia la esperanza y la luz.