Las Gilguerillas: El Legado Inolvidable de las Hermanas Higuera Juárez

Las Gilguerillas, el legendario dúo de música ranchera y mariachi, dejaron una huella imborrable en la historia de la música mexicana. Formado por las hermanas Amparo e Imelda Higuera Juárez, este dúo conquistó los corazones de miles con sus poderosas voces y su auténtica interpretación de la tradición musical mexicana. Sin embargo, su historia no fue solo una de éxito, sino también de luchas personales y emocionales que culminaron en una desgarradora separación.

Las hermanas Higuera nacieron en el campo de Cañada de Ramírez, Michoacán, donde desde pequeñas trabajaron junto a su padre, Felipe, en las labores agrícolas. Aunque nunca asistieron a la escuela, su crianza estuvo marcada por la música, que cantaban mientras trabajaban en el campo. Este ambiente rural y musical fue el caldo de cultivo para el talento que más tarde las llevaría a la fama.

La oportunidad de destacar en la música llegó casi por casualidad. Durante una fiesta local, las jóvenes Amparo e Imelda decidieron interpretar una canción ranchera popular. La reacción de los presentes fue tan positiva que su padre reconoció el talento de sus hijas y las animó a seguir su camino musical. Esta actuación fortuita las llevó a ser contratadas por el Dúo América, quienes les dieron formación vocal y las ayudaron a pulir su habilidad natural para cantar. Fue entonces cuando el nombre Las Gilguerillas fue acuñado por su madre, quien vio en sus voces una dulzura comparable con la de un ave cantando.

En 1955, lanzaron su primer álbum, que incluyó canciones como Chaparrita consentida y Debes ser mía, los cuales rápidamente se convirtieron en éxitos en las estaciones de radio mexicanas. Las hermanas, bajo la mentoría de figuras como Gilberto Parra y Cornelio Reina, lograron un estilo musical único que combinaba las armonías vocales de Amparo e Imelda con la emotividad de la música ranchera y mariachi. A lo largo de su carrera, la popularidad del dúo creció, llevando su música no solo por todo México, sino también a otros países de América Latina y Estados Unidos.

A lo largo de su carrera, Las Gilguerillas lograron una impresionante cantidad de álbumes, sencillos y presentaciones internacionales. Canciones como Ojitos encantadores, El flojonazo y El toro relajo se convirtieron en himnos de la música mexicana, y su impacto no se limitó solo a la música, sino que también llegaron al cine mexicano, participando en películas de gran éxito como El Rey (1974) y La Coyota (1987).

Sin embargo, tras casi seis décadas de carrera, la tragedia golpeó al dúo cuando Imelda falleció el 19 de julio de 2004, a los 66 años, a causa de complicaciones respiratorias. La pérdida de Imelda dejó a Amparo devastada, quien se retiró temporalmente de la música, incapaz de imaginar continuar sin su hermana, con quien compartió toda su vida artística.

A pesar del dolor de la pérdida, Amparo encontró apoyo en la cantante Mercedes Castro, quien le sugirió la idea de formar un nuevo dúo en homenaje a Imelda. Después de varios años de lucha emocional, Amparo aceptó y, junto con Mercedes, revivió el espíritu de Las Gilguerillas, grabando nuevos álbumes y llevando su música a nuevas generaciones. Su colaboración fue un éxito, y el legado del dúo continuó con una nueva energía y dedicación, alcanzando el reconocimiento tanto en México como en los Estados Unidos.

A lo largo de los años, Amparo Higuera continuó siendo una figura destacada en la música ranchera, trabajando con artistas de la talla de Javier Solís, José Alfredo Jiménez y Lola Beltrán. En 2017, recibió el prestigioso Premio Eréndira de las Artes por su contribución al arte y la cultura de su natal Michoacán. No obstante, el 2021 trajo consigo una nueva tragedia. Amparo Higuera Juárez falleció el 7 de octubre a los 84 años, dejando un vacío en la música mexicana que difícilmente será llenado.

La muerte de Amparo marcó el final de una era para Las Gilguerillas. Sin embargo, su legado perdura en las miles de canciones que interpretaron a lo largo de sus más de seis décadas de carrera. Su música, llena de pasión y sentimiento, sigue resonando en los corazones de los fans de la música tradicional mexicana. La historia de Las Gilguerillas es un testimonio del poder de la música para trascender las dificultades personales, unir a las personas y dejar una huella imborrable en la cultura.

Aunque el dúo original ya no existe, su música sigue viva. Las Gilguerillas no solo fueron un fenómeno musical, sino un símbolo de la perseverancia, el amor fraternal y la capacidad de transformar la vida a través del arte.