Margarita Rosa de Francisco: Un viaje entre luces, sombras y amores

Margarita Rosa de Francisco, una de las figuras más emblemáticas de la televisión colombiana, ha recorrido un camino lleno de éxitos, desafíos personales y una evolución constante en su carrera. A sus 59 años, sigue siendo un referente en los medios de comunicación y continúa cautivando a su público tanto en Colombia como en el ámbito internacional.

Nacida el 8 de agosto de 1965 en Cali, Colombia, Margarita creció en un hogar lleno de creatividad. Su padre, Gerardo de Francisco, fue músico, cantante y actor, mientras que su madre, Mercedes Vaquero, era diseñadora de moda. La influencia artística fue desde pequeña un motor para Margarita, quien desde muy joven exploró diversas disciplinas como el dibujo, la música y el baile. Sin embargo, fue la actuación la que marcó su destino.tv

A los 14 años comenzó clases de ballet en el Conservatorio Antonio María Valencia, pero un problema en su columna truncó su sueño de ser bailarina profesional. A pesar de este revés, su amor por las artes escénicas la llevó a dar sus primeros pasos en la actuación en 1982, cuando con tan solo 17 años participó en la película Tacones, junto a su madre. Aunque la película no alcanzó el éxito esperado, este proyecto marcó el inicio de su carrera en el mundo del entretenimiento.

En 1984, Margarita Rosa de Francisco ganó gran visibilidad al obtener el título de virreina en el certamen Nacional de Belleza de Colombia, lo que la catapultó al certamen de Miss Mundo 1985. Aunque no logró colarse entre las finalistas, este certamen le permitió abrir puertas en la televisión y el cine, consolidando su presencia en los medios colombianos.

Fue su encuentro con el actor y director Julio César Luna lo que realmente cambió su destino. En 1986, Margarita interpretó a “Carmencita Mencha” en la telenovela Gallito Ramírez, una producción que la catapultó al estrellato en Colombia. La telenovela, que narraba la historia de un aspirante a boxeador y su entorno social, fue un éxito rotundo, logrando captar la atención de miles de televidentes. Posteriormente, la serie Fercho y Compañía continuó el legado de Gallito Ramírez, y Margarita Rosa mantuvo su popularidad durante los años siguientes.

Pero no solo la televisión colombiana la vio brillar. Margarita expandió su carrera internacionalmente, participando en proyectos como la serie Brigada Central en España y la telenovela Calamar. Además, su participación en la miniserie Los pecados de Inés de Hinojosa fue pionera en la televisión colombiana al incluir escenas de desnudos y relaciones lésbicas, un hito en la historia de la televisión local.

A lo largo de su carrera, Margarita Rosa se ha mantenido como una de las actrices más versátiles de la televisión y el cine latinoamericano. Sin embargo, su vida personal ha sido objeto de gran especulación. Su relación con el cantante Carlos Vives, con quien se casó en 1988 y se separó en 1990, fue muy seguida por los medios, y su historia de amor dejó huella en la memoria colectiva de Colombia. Tras su divorcio, Margarita mantuvo una relación con el empresario Daniel Castello, que también concluyó antes de cumplir un año de matrimonio.

A pesar de los altibajos sentimentales, Margarita Rosa encontró la estabilidad en su relación con Will Bbot, un fotógrafo y productor holandés con quien lleva más de una década de convivencia. Aunque es conocida por mantener su vida personal en privado, la relación con Will ha sido una de las más estables y felices que ha tenido en los últimos años.

Además de su carrera actoral, Margarita también incursionó en la música, lanzando dos álbumes y contribuyendo a bandas sonoras de telenovelas como Café con aroma de mujer, uno de los papeles más emblemáticos de su carrera. Esta telenovela, creada por Fernando Gaitán, la consolidó como una de las actrices más queridas de América Latina.

A lo largo de su carrera, Margarita ha recibido numerosos premios, entre ellos el Premio Simón Bolívar a la Mejor Actriz, que ha ganado en varias ocasiones por sus roles en Gallito Ramírez, Hombres y Café con aroma de mujer. Su versatilidad actoral, su presencia en pantalla y su capacidad para conectar con el público le han asegurado un lugar destacado en la historia de la televisión.

A pesar de los años y los cambios en su vida personal y profesional, Margarita Rosa sigue vigente y conectada con sus seguidores. Reside en Miami desde hace más de una década, pero mantiene una fuerte conexión con Colombia, país que nunca ha dejado de sentir como su hogar. Aunque ha permanecido alejada de los reflectores durante ciertos periodos, su presencia sigue siendo relevante y su figura sigue siendo querida por el público.

Hoy, con más de 40 años de carrera, Margarita Rosa de Francisco sigue siendo una mujer que inspira no solo por su talento, sino por su resiliencia y la capacidad de reinventarse una y otra vez. La actriz ha sabido mantenerse en la cima, enfrentando los retos personales y profesionales con la misma pasión y dedicación que la llevaron a convertirse en una de las grandes figuras de la televisión colombiana.