Compré una serie inédita de Netflix de la Dark Web. ¡Resulta que era una serie sobre mi vida!

Todo comenzó como una broma entre amigos. Siempre hablábamos de las leyendas de la Dark Web y las cosas extrañas que supuestamente se pueden encontrar allí. Una noche, después de un par de copas y demasiadas películas de terror, decidí explorar. Fue más fácil de lo que pensaba; con un poco de ayuda de foros anónimos, logré acceder a ese lado oscuro de Internet que siempre parecía más mito que realidad.

Entre un mar de cosas turbias e inquietantes, encontré algo que llamó mi atención: un anuncio que decía “Serie inédita de Netflix, prohibida para el público. Solo para los más curiosos.” El precio no era barato, pero la idea de tener acceso a algo exclusivo y prohibido me resultaba irresistible. Pagué, y en cuestión de minutos, recibí un enlace para descargar los episodios. La serie se llamaba “Vidas Paralelas.”

Esa noche, me acomodé frente a mi computadora, emocionado por ver algo que, según el vendedor, “nunca vería la luz en Netflix.” Pero desde el primer minuto del primer episodio, supe que algo estaba mal. La serie comenzaba con un personaje que se parecía mucho a mí, demasiado. El actor tenía mis gestos, mi forma de hablar… incluso llevaba una chaqueta idéntica a una que compré hace años y que casi nunca uso.

Pensé que era una coincidencia extraña, pero a medida que avanzaba el episodio, todo se volvió más personal. La trama giraba en torno a la vida del protagonista, “David” (mi nombre real), desde su infancia hasta su vida adulta. Reconocí detalles de mi infancia que nadie más conocía: el apodo que me ponía mi abuela, una cicatriz que me hice cuando tenía 10 años al caer de mi bicicleta, y hasta mi habitación de la adolescencia, decorada exactamente como la recordaba.

El segundo episodio fue aún peor. Mostraba eventos recientes de mi vida, cosas que habían sucedido hacía solo unas semanas: una discusión con un amigo en un café, un día en el trabajo cuando olvidé algo importante y me metí en problemas. Cada detalle estaba ahí, perfectamente recreado, como si alguien hubiera estado espiándome.

Mi corazón se aceleró. Comencé a buscar cámaras ocultas en mi casa, pensando que tal vez todo era parte de una elaborada broma, pero no encontré nada. Sin embargo, al llegar al tercer episodio, mi ansiedad se convirtió en puro terror. El episodio mostraba algo que aún no había sucedido: yo, sentado frente a mi computadora, viendo esta misma serie. La pantalla mostraba mi reacción exacta, mi expresión de incredulidad y miedo mientras miraba la escena. Era como un reflejo de lo que estaba viviendo en ese preciso momento.

Apagué la computadora de golpe, pero no pude dormir esa noche. La pregunta me atormentaba: ¿quién estaba detrás de esto? ¿Cómo sabían tanto sobre mi vida? Y lo más importante, ¿cómo sabían lo que iba a pasar antes de que sucediera?

Desde entonces, no he vuelto a ver la serie. Pero hay algo que me inquieta aún más. A veces, al abrir Netflix, aparece un mensaje extraño en mi pantalla: “¿Listo para ver el siguiente episodio de tu vida?”