El Diario tuvo el privilegio de sentarse con Alana Lliteras para una entrevista exclusiva sobre su experiencia en el popular reality show La Casa de los Famosos. Con una sonrisa radiante y una actitud reflexiva, Alana compartió los altibajos de su tiempo en el programa que capturó la atención de millones de espectadores.

El Diario: Alana, muchas gracias por tomarte el tiempo para hablar con nosotros. Empecemos por lo positivo. ¿Qué fue lo mejor de tu experiencia en La Casa de los Famosos?

Alana Lliteras: Gracias a ustedes por invitarme. Lo mejor de mi experiencia en La Casa de los Famosos fue, sin duda, la oportunidad de conocer a personas maravillosas y talentosas. Estar en un entorno tan intenso y competitivo te permite ver diferentes facetas de las personas y crear lazos muy fuertes. También me encantó poder mostrarle a la audiencia una parte más auténtica de mí misma, lejos de los guiones y las cámaras de los proyectos en los que suelo trabajar.

ED: Eso suena increíble. ¿Hay algún momento en particular que recuerdes con especial cariño?

AL: Sí, definitivamente. Hubo una noche en particular donde todos estábamos en el jardín, simplemente conversando y riendo. No había ninguna competencia ni estrategia en juego, solo estábamos disfrutando de la compañía mutua. Esos momentos de autenticidad y conexión fueron los más valiosos para mí.

ED: Ahora, pasando al otro lado de la moneda, ¿qué fue lo más difícil de tu tiempo en la casa?

AL: Lo más difícil fue, sin duda, la convivencia constante bajo el ojo público. No tienes un momento de privacidad y cada acción, cada palabra, está siendo observada y juzgada. Eso puede ser muy estresante. Además, estar lejos de mi familia y amigos fue un gran desafío emocional. Extrañaba mucho mi vida fuera de la casa y había días en los que esa añoranza se hacía muy pesada.

ED: ¿Hubo algún conflicto o situación en particular que te resultara especialmente complicada?

AL: Hubo varios momentos tensos, pero creo que los conflictos más difíciles fueron aquellos que involucraban malentendidos y falta de comunicación. A veces, algo tan simple como una conversación mal interpretada puede escalar y causar fricciones que afectan la dinámica del grupo. Aprendí mucho sobre la importancia de la comunicación abierta y honesta en esos momentos.

ED: Aparte de los desafíos personales, ¿hubo algún aspecto del formato del programa que encontraste particularmente complicado?

AL: El formato de eliminación fue uno de los aspectos más duros. Cada semana, alguien tenía que irse, y eso añadía un nivel constante de incertidumbre y estrés. Es difícil ver a personas con las que has formado un vínculo tener que abandonar la casa. También la falta de contacto con el mundo exterior fue un gran reto. No saber qué está pasando fuera puede generar mucha ansiedad.

ED: Ahora que has pasado por esta experiencia, ¿hay algo que harías de manera diferente si tuvieras la oportunidad de volver a participar?

AL: Creo que intentaría no tomar las cosas tan a pecho. Es fácil dejarse llevar por el drama y la intensidad del ambiente, pero al final del día, es un juego. Me enfocaría más en disfrutar el proceso y mantener una perspectiva más relajada. También me gustaría ser más proactiva en la resolución de conflictos, en lugar de dejar que las tensiones se acumulen.

ED: ¿Qué le dirías a alguien que está considerando participar en La Casa de los Famosos?

AL: Les diría que se preparen para una montaña rusa emocional. Es una experiencia increíblemente enriquecedora, pero también muy desafiante. Es importante estar mentalmente preparado y tener claro que, aunque es un juego, las relaciones y emociones que se desarrollan son muy reales. Mantener una mente abierta y un espíritu resiliente es clave para navegar por la experiencia.

ED: Para concluir, ¿cómo ha cambiado tu vida después de tu participación en el programa?

AL: Participar en La Casa de los Famosos ha tenido un gran impacto en mi vida. Me ha permitido conectar con una audiencia más amplia y ha abierto muchas puertas profesionales. Personalmente, he crecido mucho y he aprendido a valorar más las pequeñas cosas y las relaciones genuinas. Ha sido una experiencia transformadora y estoy muy agradecida por la oportunidad.

ED: Muchas gracias, Alana, por compartir tu experiencia con nosotros. Te deseamos todo lo mejor en tus futuros proyectos.

AL: Gracias a ustedes. Ha sido un placer.