Jennifer Lopez canceló su gira de verano debido a la baja venta de entradas y al deseo de pasar más tiempo con su familia.

A pesar de los esfuerzos por rebautizar la gira como un espectáculo de grandes éxitos, la demanda siguió siendo insuficiente. Esta decisión coincide con el deseo anterior de Lopez de tomarse un verano libre, que mencionó en Good Morning America.

Las especulaciones sugieren que los rumores sobre su matrimonio con Ben Affleck también pueden haber influido en la cancelación. A pesar de estos rumores, la pareja ha hecho apariciones públicas recientes juntas.

Además, López enfrentó críticas por un video de Vogue en el que mencionó su pedido favorito en una tienda, lo que generó dudas sobre su autenticidad. Más tarde aclaró que la “bebida de naranja” a la que se refería era una bebida nostálgica de su infancia.

En una nota positiva, su reciente película de Netflix, “Atlas”, fue un gran éxito. La cancelación de la gira podría afectar su posible residencia en Las Vegas, inicialmente valuada en hasta $1 millón por espectáculo, ya que los lugares reconsideran sus ofertas.

En última instancia, aunque decepcionó a los fanáticos, la cancelación de la gira puede beneficiar estratégicamente a López, potencialmente impulsando la demanda de una futura residencia en Las Vegas y permitiéndole un descanso necesario.