La vida está llena de giros inesperados, y a veces, el pasado nos persigue de formas que menos imaginamos. Para una mujer del centro de Vietnam, su viaje a través de la adversidad, la pérdida y los errores la ha dejado con un corazón lleno de arrepentimientos. Pero mientras observa a su hija luchar con la vergüenza del pasado de su familia, se da cuenta de que la batalla más difícil de todas podría ser ayudar a su hija a perdonarla.

La historia de la madre comienza en sus humildes orígenes, donde creció en una familia pobre y no pudo continuar su educación más allá del décimo grado. A los 18 años, se mudó a Ciudad Ho Chi Minh para vivir con su tía y aprender a coser. Allí, conoció a un hombre en una empresa de confección, y eventualmente se mudaron juntos, sin casarse, pensando que esa sería el comienzo de una vida estable. Sin embargo, las cosas empeoraron cuando tuvieron a su primera hija.

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El comportamiento de su pareja se volvió abusivo. Él era perezoso, inmaduro y violento, y la madre tuvo que soportar años de abuso físico, todo mientras criaba a su hija en un espacio pequeño y caótico. Finalmente, cuando su hija tenía 5 años y vio cómo su hija le suplicaba a su pareja que dejara de golpearla, la madre decidió que ya no podía más. Huyó con su hija a Vung Tau, donde trabajó en varios trabajos para poder subsistir.

La vida seguía siendo difícil para ellas, y después de un tiempo, la madre se encontró en otra relación desafortunada. Esta vez, quedó embarazada de un hombre que negó su responsabilidad. A pesar de eso, ella eligió quedarse con el bebé y, tras el nacimiento, trabajó arduamente para criar a sus hijos sola. Su hija mayor, viendo el esfuerzo de su madre, trabajaba después de la escuela vendiendo boletos de lotería para ayudar a mantener a la familia. Más tarde, cuando nació el hijo menor, su hija dejó de vender boletos para ayudar a cuidar a su hermano.

El corazón de la madre se rompía al ver a su hija asumir responsabilidades de adulta a tan temprana edad. Se culpaba a sí misma, pero parecía no haber otra opción. Se prometió a sí misma que nunca volvería a vivir con otro hombre, mientras trabajaba sin descanso para criar a sus dos hijos sola.

A pesar de sus luchas, la madre seguía siendo una mujer joven, y su apariencia atractiva hacía que no le faltaran admiradores. Estableció una relación con un hombre que entregaba mariscos al restaurante donde trabajaba. Sin embargo, una vez más, su vida dio un giro inesperado. Quedó embarazada, pero esta vez, su pareja le ofreció una gran suma de dinero para que dejara Vung Tau y no causara problemas en su vida personal. La madre se sintió humillada y, una vez más, regresó a su ciudad natal, embarazada y avergonzada.

Con el dinero de su amante, logró comenzar un pequeño negocio, y la situación de su familia mejoró un poco. Sin embargo, la reputación de haber tenido hijos con tres hombres diferentes pesaba sobre ella, y su hija, especialmente, comenzó a luchar con el estigma de su situación. La niña fue objeto de burlas por parte de sus compañeros y empezó a sentirse cada vez más avergonzada de la situación de su familia.

Por qué es difícil la convivencia madre e hija adultas?

Finalmente, la hija mayor de la madre decidió dejar su ciudad natal. Optó por continuar sus estudios en Ciudad Ho Chi Minh y vivir allí, lejos de la vergüenza y el estigma de su pasado. A pesar de la esperanza de la madre de que algún día su hija regresaría y entendería, el dolor seguía siendo profundo. En su día de graduación, la hija le dijo: “Ya no puedo soportar la vergüenza. No quiero volver a casa.”

La madre respetó la decisión de su hija, pero siguió esperando que, a medida que su hija madurara, llegara a comprender y perdonarla por las decisiones que había tomado en el pasado. La madre continuó visitando a su hija, pero recientemente surgió otro obstáculo. La hija confesó que tenía novio y ya no quería que su madre la visitara, temiendo que su pasado pudiera afectar sus futuras relaciones.

Esta revelación rompió el corazón de la madre. Se sintió dividida entre comprender el deseo de su hija de proteger su futuro y su propio deseo de disculparse y pedir perdón por sus errores del pasado. La madre teme lo que sucederá cuando su hija finalmente le cuente la verdad a su novio y teme que ocultar la verdad cause más dolor a su hija en el futuro.

Ahora, la madre se encuentra atrapada entre tratar de proteger a su hija de la vergüenza de su pasado y aceptar las consecuencias de sus acciones. Sabe que sus errores han moldeado la vida de su hija, pero aún espera que algún día ella pueda perdonarla. Está dispuesta a sacrificarlo todo para garantizar un futuro mejor para sus hijos.

El dolor de saber que ella es la fuente de la vergüenza de su hija pesa enormemente en su corazón, pero el único deseo de la madre es ver a sus hijos felices, entendiendo que tienen la fuerza para enfrentar el pasado y seguir adelante juntos.