La Historia de Amor Oculta de Robert Redford: Un Viaje de Éxito y Pérdida

Robert Redford, una de las leyendas más icónicas de Hollywood, cautivó a generaciones con su sonrisa encantadora, su talento excepcional y una vida aparentemente hecha para la pantalla grande. Sin embargo, detrás de sus papeles emblemáticos y apariciones en alfombras rojas, se esconde una historia profundamente personal de amor, lucha y corazón roto, una que el actor había mantenido en privado durante décadas. A sus 88 años, Redford finalmente ha decidido abrirse sobre el amor más grande de su vida, una relación que marcó su alma de una manera indeleble.

Los Primeros Años y el Camino Hacia Hollywood

Antes de convertirse en una estrella de renombre mundial, Robert Redford era solo un joven común que crecía en una familia de clase trabajadora en Santa Mónica, California. Hijo de un contador y una madre que mantenía la casa, su vida no presagiaba el camino de fama que estaba por recorrer. Desde pequeño, Redford mostró una inclinación por el arte, el deporte y la naturaleza, intereses que a menudo lo alejaban de las clases escolares. No era un buen estudiante, pero podía concentrarse perfectamente en la cancha de tenis o con un pincel en las manos. A pesar de sus problemas académicos, el joven Redford encontró un propósito en el arte y el deporte, lo que lo llevó a una etapa de autodescubrimiento en Europa.

Fue en ese viaje por Europa, donde se encontraba en lugares como Francia, España e Italia, que comenzó a considerar la actuación como una carrera potencial. A su regreso a los Estados Unidos, se mudó a Nueva York para estudiar pintura en el Pratt Institute, pero pronto se inclinó por la actuación, ingresando a la American Academy of Dramatic Arts. Aunque sus inicios fueron difíciles y no tuvo grandes éxitos de inmediato, Redford se mantuvo firme, tomando pequeños papeles en teatro y televisión, lo que eventualmente lo llevaría al estrellato.

El Gran Amor de su Vida: Lola Van Wagenen

En la década de 1950, Redford conoció a Lola van Wagenen, una joven calmada y centrada en su fe mormona que provenía de Provo, Utah. A pesar de sus diferencias de fondo, la pareja conectó profundamente. En 1958, en un acto de valentía y amor, decidieron casarse en secreto, desafiando la desaprobación de los padres de Lola. Su vida inicial fue modesta; vivían en apartamentos pequeños y luchaban por llegar a fin de mes mientras él trataba de consolidarse como actor. La tragedia tocó su puerta cuando su primer hijo, Scott, murió de síndrome de muerte súbita infantil. La pérdida devastadora unió aún más a la pareja, y Redford más tarde la describió como el amor de su vida.

A medida que la carrera de Redford despegaba, su relación con Lola se complicaba. Redford estaba constantemente ocupado con su carrera, mientras Lola se quedaba en casa criando a sus tres hijos. La presión de equilibrar una carrera en ascenso con la vida familiar puso a prueba su matrimonio, pero a pesar de los desafíos, su conexión seguía siendo fuerte. Redford llegó a reconocer en años posteriores que lamentaba no haber puesto a su familia primero.

El Ascenso a la Fama y la Larga Larga Travesía Personal

La fama de Redford se consolidó a fines de los años 60, especialmente con su papel en Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), donde su química con Paul Newman fue electrizante. Se convirtió en un corazón sensible de Hollywood, un nombre familiar que se encontraba bajo el intenso ojo público. La vida de Redford y Lola, sin embargo, no pudo resistir la presión del tiempo y, tras 27 años juntos, decidieron divorciarse en 1985.

Aunque la separación no fue amarga, marcó el fin de una era en la vida de Redford. En los años posteriores, continuó buscando el amor en varias relaciones. Tuvo un romance con la actriz brasileña Sonia Braga en 1987, seguido de una relación con la actriz sueca Lena Olin mientras filmaba Havana en 1990. Ambas relaciones fueron intensas pero fugaces, un reflejo de las complicadas dinámicas de los amores en Hollywood.

Una Nueva Vida Junto a Sybil Saggers

A fines de los años 90, tras varios altibajos en su vida personal, Redford conoció a Sybil Saggers, una talentosa artista y activista ambiental. Su encuentro fue refrescantemente sencillo, sin la presión del estrellato, lo que permitió que su relación fuera genuina y humana. En 2009, después de años de conocerse y colaborar en diversas iniciativas, Redford y Sybil se casaron en una ceremonia privada en Hamburgo, Alemania. Juntos cofundaron la organización sin fines de lucro The Way of the Rain, que promueve la protección ambiental a través del arte y el activismo.

A lo largo de su vida, Redford ha experimentado una serie de relaciones que reflejan su evolución personal y profesional. Cada mujer que entró en su vida dejó una huella, contribuyendo a la historia que Redford ha tejido no solo en la pantalla, sino también fuera de ella. Desde los momentos de ternura con Lola, pasando por sus turbulentas relaciones en Hollywood, hasta su amor maduro y apasionado con Sybil, Redford ha vivido con intensidad cada capítulo de su vida amorosa.

Conclusión

La vida de Robert Redford es un testimonio de cómo el amor, la ambición y las tragedias personales pueden entrelazarse para formar una narrativa profunda y conmovedora. Aunque su carrera lo puso en el centro de atención, son las historias que compartió con sus seres queridos las que verdaderamente definieron al hombre detrás del icono de Hollywood. Redford, un hombre que nunca temió arriesgarse en el amor, se ha convertido también en una figura que, más allá de su fama, es recordada por su visión artística y su compromiso con causas que importan.